lundi 31 août 2009

+ BERTRAND RUSSELL

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Los grandes filósofos y hombres de ciencia nos han dejado algunas ideas y frases que pueden sernos provechosas en nuestras vidas en determinadas ocasiones —surgieron como consecuencia de sus experiencias vitales— o pueden suscitar en nosotros curiosidad por el personaje.

Siempre me han atraído la obra y la vida de los grandes sabios, especialmente de los filósofos y pensadores que han intentado atraernos hacia el área del conocimiento humano, de manera singular  hacia el filosófico.

Bertrand Russell dijo:

* La ciencia es lo que sabes, la filosofía es lo que no sabes.


* Sabemos muy poco, y sin embargo es sorprendente que sepamos tanto, y es todavía mas sorprendente que tan poco conocimiento nos dé tanto poder.


* Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas.


* En todas las actividades es saludable, de vez en cuando, poner un signo de interrogación sobre aquellas cosas que por mucho tiempo se han dado como seguras.


* ¿Para qué repetir los errores antiguos habiendo tantos errores nuevos que cometer?


* Los educadores, más que cualquier otra clase de profesionales, son los guardianes de la civilización.


* Carecer de algunas de las cosas que uno desea es condición indispensable de la felicidad.


* El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que es libre en sus afectos y tiene amplios intereses, el que se asegura la felicidad por medio de estos intereses y afectos que, a su vez, le convierten a él en objeto de interés y el afecto de otros muchos.


* El ser capaz de llenar el ocio de una manera inteligente es el último resultado de la civilización.

* Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos.


* La historia del mundo es la suma de aquello que hubiera sido evitable.


* El sabio uso del ocio es un producto de la civilización y de la educación.


* Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar.


* Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor.


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Filósofo, escritor, pensador y matemático británico, galardonado con el premio Nobel, influyó de forma notoria sobre el curso de la filosofía del siglo XX.

Nació en Trelleck (Gales), en 1872 y murió en 1970.

OBRAS MÁS CONOCIDAS:

Principia Mathematica (1910-1913)
Los problemas de la filosofía (1912)
Introducción a la filosofía matemática (1919)
Historia de la filosofía occidental (1945)
Lo que creo (1925)
Modales y morales (1929)

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dimanche 23 août 2009

+ CARTA ABIERTA A UN NOVELISTA NOVEL

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Lleva razón, amigo mío: el rechazo a la publicación de su primera novela por una editorial no quiere decir nada.

¿O su primera novela corta va a ser más que Cien años de soledad, de la que C. Barral se llevó media vida lamentando haber rechazado su publicación?

¿O más que En busca del tiempo perdido, la cual André Gide, lector de Gallimard, desaconsejó publicar?

Guarde de momento, si quiere, su novela bajo un par de llaves en espera de mejores tiempos. ¿O quiere ser más y mejor que Nabokov, a quien aconsejaron guardar bajo 7 llaves su novela Lolita? Algo parecido le ocurrió a C. J. Cela con La familia de Pascual Duarte.

Hay muchos más, mi caro amigo:

Joyce, con Dublineses, rechazado por 22 editoriales.

J. K. Rowling tuvo la misma respuesta por 10 veces a su primer manuscrito de Harry Potter.

¿O pretende ser más que todos ellos?

Y a Mario Puzo le ocurrió otro tanto con algunas novelas, hasta la publicación de El Padrino, sobre cuya calidad literaria me he hecho siempre muchas preguntas.

Lampedusa dejó este mundo sin haber visto publicado El Gatopardo.

Podríamos continuar con Graham Greene, William Faulkner, etc., etc., etc.

Tenga paciencia, no desespere e insista en sus gestiones durante una temporada prudencial y, después, continúe pensando que REJECTION IS NOT FATAL (como ha encabezado una reseña en su blog), porque no lo es efectivamente. Y persista en su oficio de escritor: lo hace muy bien para goce de nosotros los lectores.

Aunque no mencione su nombre, sabe que me dirijo a Ud., talentoso escritor novel.

Hay una pregunta que nos hemos hecho muchos en incontables ocasiones y que no tiene una contestación satisfactoria: ¿Por qué algunas novelas francamente malas se publican y se venden fácilmente mientras otras escritas por buenos novelistas no son siquiera publicadas?

Tengo la impresión de que he dejado aquí la pregunta del millón. ¿O me equivoco?

Saludos.

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lundi 3 août 2009

+ LA NOVELA DE EULOGIA (Antonio Báez)

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El lugar adecuado para dejar una reseña sobre una novela publicada por un autor en su propio blog es precisamente allí, en su blog, y no aquí, casa apenas visitada por algún que otro visitante extraviado en el ancho mundo de la blogosfera o por algún amigo de higos a brevas.

He tenido el privilegio de ver nacer ciertos relatos y alguna novela desde que empezaron a crecer en la imaginación de sus diferentes autores y éste ha sido uno de esos momentos.

Antonio Báez se ha estrenado como novelista escribiendo La novela de Eulogia, hecho que considero digno de ser voceado a los cuatro vientos y esta es la razón por la que deseo dejar un comentario en estas páginas sobre su opera prima.

Invito a los lectores amantes de las buenas letras a que visiten su página, disfruten con la novela y presencien un final (capítulo X) inteligente, poco corriente y de lo menos esperado.

Destaco solamente algunos comentarios abreviados que he dejado en su blog, al pie del último capítulo de su magnífica primera novela corta:

La novela resulta amena y se lee con facilidad.

Resulta grato comprobar la excelente descripción que hace el autor de los personajes de la novela, contándonos cómo son más que qué hacen (más propio de un cuento y de un cuentista esto último).

Su cierre de la novela me ha parecido inteligente e ingenioso. ¿Han oído hablar de la transustanciación física, personal?


Gracias, Sr. Báez, por hacernos disfrutar con su creación, gracias. He pasado un buen rato leyéndola, que entiendo que es lo mejor que se puede decir de una narración.

Le pido perdón por atreverme a traer aquí lo que podría ser una portada física de su novela corta. De esta forma me parece tenerla más cerca. Perdone. Reconozco que mi porvenir como publicista no estaría muy claro.

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