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Nació en Sevilla en 1836. Falleció a los 34 años. Es conocido principalmente por sus Rimas y Leyendas.
Poeta y prosista perteneciente al movimiento del Romanticismo. Es un poeta de tono íntimo, de poesía dicha al oído, de lírica profunda. Su pensamiento gira en torno a la creación poética, el amor y la muerte.
Fue un poeta con el que se inició –junto a Rosalía de Castro- la lírica moderna española, de formas sencillas y facilidad de estilo. Ejerció una gran influencia en figuras de la poesía que le siguieron: Rubén Darío, los Machado, Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso,…
Me he permitido escoger de entre sus Rimas las siguientes:
Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de este himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirlo, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar; que no hay cifra
capaz de encerrarlo, y apenas, ¡oh hermosa!
pudiera al oído, contártelo a solas.
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No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira:
Podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;
mientras la humanidad siempre avanzando,
no sepa a dó camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma
sin que los labios rían;
mientras se llora sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!
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Porque son niña, tus ojos
verdes como el mar, te quejas;
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas
de las huris del profeta.
El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera;
entre sus siete colores
brillante el Iris lo ostenta.
Las esmeraldas son verdes,
verde el color del que espera,
y las ondas del océano,
y el laurel de los poetas.
Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta
en que el carmín de los pétalos
se ve a través de las perlas
Y, sin embargo,
sé que te quejas,
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas;
que parecen tus pupilas,
húmedas, verdes e inquietas,
tempranas hojas de almendro,
que al soplo del aire
tiemblan.
Es tu boca de rubíes
purpúrea granada abierta,
que en el estío convida
a apagar la sed en ella.
Y, sin embargo,
sé que te quejas,
porque tus ojos
crees que la afean:
pues, no lo creas
que parecen, si enojada
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.
Es tu frente que corona
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.
Y, sin embargo,
sé que te quejas,
porque tus ojos
crees que la afean:
pues, no lo creas
Que, entre las rubias pestañas,
junto a las sienes, semejan
broches de esmeralda y oro,
que un blanco armiño sujetan.
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Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto.., la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
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¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía?, Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
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Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso... ¡yo no sé
que te diera por un beso!
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Los suspiros son aire y van al aire!
Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida
¿sabes tú adónde va?
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Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán!
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¡Quién fuera luna,
quién fuera brisa,
quién fuera sol!
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¡Quién del crepúsculo
fuera la hora,
quién el instante
de tu oración!
¡Quién fuera parte
de la plegaria
que solitaria
mandas a Dios!
¡Quién fuera luna
quién fuera brisa,
quién fuera sol! ...
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2 commentaires:
En menudo berenjenal te has metido, Antonio.
Me encanta cuando en estos tiempos se reivindica a Bécquer, tan olvidado y menospreciado en estos nuestros tiempos... espero que salvo en los manuales de bachillerato, como ocurría antes.
Un saludo.
Gracias, Fernando, por tu visita.
Hombre, si quieres realizar un paseo por la poesía española no puedes ignorar a ningún poeta de medio regular para arriba.
En el dedicado a Antonio Machado enumero una serie de poetas a los que dedicaré una breve reseña junto a algunos de sus poemas.
En esa enumeración habrá, sin duda, poetas que gusten y otros que no, pero como el que ha hecho la elección es un servidor de Vd., pues...
Es como si quieres dar un repaso, aunque sea sucinto, a la Historia de España e ignoras al General Franco (del que muchos diremos 'toca madera') o al malhadado rey godo Don Rodrigo.
Me alegra saludarte.
Saludos.
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