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El Adolescente, El idiota, Crimen y Castigo, Noches blancas, Los hermanos Karamazov,…, novelas de Fiodor Dostoievski como sabemos.
Entresacamos párrafos de algunas de sus obras, en letra cursiva (de cuyos lugares he hecho aclaraciones entre paréntesis):
De El Adolescente:
Ahora, por el contrario, vivían todos juntos, en un pabellón de madera de una callejuela del Semenovski Polk. (El barrio de los cuarteles del Regimiento de la Guardia Semenovski).
Yo, mon cher , yo no tenía más que once años cuando mi preceptor me hacía observar que miraba demasiado de cerca las estatuas del Jardín de Verano. (Es un paseo célebre al borde del río Neva, adornado con jarrones y estatuas).
Era preciso ir a Petersburgskaia storona, pero yo no sentí ningún cansancio. (Literalmente, el lago de Petersburgo, barrio construido en una isla del Neva, más allá de la ciudadela de Pedro y Pablo).
De Noches Blancas:
Durante tres días enteros recorrí la ciudad dominado por una profunda angustia, sin darme clara cuenta de lo que me pasaba. Fui a la perspectiva Nevski, fui a los jardines, me paseé por los muelles;…
Estuve a punto de trabar amistad con un anciano a quien encontraba todos los días a la misma hora en la Fontanka.
…
Así, pues, lector, ya ves de qué manera conozco todo Petersburgo.
De Los hermanos Karamazov :
Te acordarás del edificio
próximo al puente de las Cadenas.
(Allí había una Comisaría de Policía).
Son numerosas en la novela las citas de la ciudad de Petersburgo.
En Crimen y Castigo elude dar nombres y calles de Petersburgo y en su lugar indica las iniciales:
Una tarde extremadamente calurosa de principios de julio, un joven salió de la reducida habitación que tenía alquilada en la callejuela de S... y, con paso lento e indeciso, se dirigió al puente K... (Anna Grigorievna, esposa de Dostoievski, descodificó todas esas inciales, que corresponden a Petersburgo).
Y así podríamos continuar por muchas de sus restantes obras.
Dostoievski vivió en diecinueve casas diferentes en la ciudad de Petersburgo a lo largo de su vida por lo cual conocía al dedillo su topografía, circunstancia que le permitió describir fielmente el deambular de sus personajes por la ciudad, hasta el extremo de convertir a la ciudad que le vería morir más tarde en cómplice de muchos de los actos realizados por sus protagonistas de ficción.
Dostoievski decía de Petersburgo que era la ciudad más premeditada del mundo, la más inventada, planeada, la más imaginaria, quimérica, fantástica. Para él esta creación de Pedro I, plena de artificialidad, abría un abismo que la separaba del pueblo ruso tradicional.
No fue solamente Dostievski el que indrodujo el tema de la ciudad en la novela europea. Otros autores rusos podrían relacionarse asimismo íntimamente con la ciudad: Alexander Pushkin y Nikolai Gogol, pero analizar las diferentes concepciones que tenían de Petersburgo sería objeto de otro artículo diferente. Gogol mantenía que no podía ser considerada como una ciudad rusa, que parecía una colonia europea, donde lo extranjero se había fundido con lo autóctono. Una ciudad cuya esencia era difícil de captar.
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1 commentaire:
¡Ojalá se leyera más a Dostoievski y menos a Zafón y compañía!
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