***
Desde hace unos años he advertido que siguen surgiendo excelentes cuentistas en España. Mi impresión de que en general el gran público no es muy conocedor de la tradición cuentística que ha existido en nuestro país la he visto confirmada en diferentes ocasiones. España ha contado con numerosos cuentistas (o cuenteros, como se les conoce en Hispanoamérica) desde épocas pasadas. Realicemos un breve repaso temporal a este género español.
En el siglo XIX practicaron el cuento los siguientes autores: Emilia Pardo Bazán, Juan Valera, Leopoldo Alas ‘Clarín’,...
En el siglo XX: Pío Baroja, Francisco de Ayala (tiene a la fecha 101 años), Camilo José Cela, Miguel Delibes, Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, Ignacio Aldecoa, Medardo Fraile, Juan Eduardo Zúñiga,…
Y ya en nuestros días: Soledad Puértolas, José María Merino, Bernardo Atxaga, Quim Monzó, Manuel Rivas, Sergi Pamiès, Cristina Cerrada, Andrés Neuman,…
Hay cuentistas que se encuentran a caballo entre los siglos XIX-XX y XX-XXI. Seguramente se me olvidan algunos. Perdón.
En ocasiones he pensado que muchos de estos autores no son quizás demasiado conocidos en España como cuentistas, en tanto que tienen más cartel, un bien ganado cartel evidentemente, autores europeos e hispanoamericanos (Chejov, Borges, Cortázar, Bioy Casares, Juan Rulfo, etc.), muy leídos en nuestro país.
La nómina de cuentistas citada da para horas de buena y gozosa lectura, pero en raras ocasiones he oído mencionar al Cervantes cuentista a buenos lectores tradicionales. La explicación puede deberse a que no son demasiadas las personas que han leído El Quijote completo, si bien hay que reconocer que es una novela extensísima. Existen múltiples ediciones lógicamente. La que poseo actualmente es de Editorial Edaf, edición bolsillo, año 1989, y tiene 1.002 páginas. Es una novela monumental en verdad en todos los sentidos y hay que atreverse a leerla.
Incorpora desde el ensayo histórico sobre la época dorada de España, hasta relatos o cuentos, pasando por la novela de enredo, la crónica costumbrista, la crítica literaria, la inclusión de personajes reales (Ariosto y Garcilaso), con la que Cervantes se erige en predecesor del teatro de Luigi Pirandello (Seis personajes en busca de autor), ya que en la novela cervantina el autor los lleva al diálogo de la calle y de la vida. Al que quiera profundizar más en los géneros que contiene la obra cumbre de Cervantes, le remito a los numerosos estudios especializados existentes.
Pretendemos en este pequeño artículo destacar al Cervantes cuentista, que lo era ya en el siglo XVI, con cuentos incluidos en El Quijote. Algunos de estos cuentos, sin pretender ser exhaustivos, son:
La pastora Marcela
(Parte I: XII a XIV)
El curioso impertinente
(Parte I: XXXIII a XXXV)
El cautivo
(Parte I: XXXVII a XLI)
Historia de Leandra
(Parte I: LI)
Los amores de Basilio y Quiteria
(Parte II: XIX a XXI)
Los dos regidores
(Parte II: XXV)
La aventura del morisco Ricote y su hermosa hija
(Parte II: LIV, LXIII, LXV)
El retablo de maese Pérez
(Parte II: XXV y XXVI).
El lector que tenga interés por estos cuentos puede leerlos recopilados en ‘Miguel de Cervantes – Los cuentos del Quijote’, Ediciones Siruela, 2005, con prólogo de Andrés Trapiello.
***
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire