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En el mes de setiembre del año 1547 nació Miguel de Cervantes. Se cumplen, pues, en el mes, 460 años de tal acontecimiento, una efemérides muy significativa para las letras hispanas.
A ninguno nos extraña que todo el mundo cuando habla de Cervantes saque a relucir de inmediato El Quijote, pues es su obra más conocida universalmente, al igual que si se nombra Fuenteovejuna todos recordemos quizás la pregunta judicial ‘¿Quién mató al Comendador?’ y la respuesta popular ‘Fuenteovejuna, señor’ y repliquemos que es una obra teatral de Lope de Vega. O que Sherlock Holmes es un personaje de la invención de Arthur Conan Doyle. O Quasimodo uno de Notre Dame de París, de Víctor Hugo.
Aunque sepamos que esos escritores citados al azar tienen otras muchas obras, al igual que nuestro ilustre escritor complutense, siempre se suele acudir a mencionar la más popular en cada caso. Es lógico.
Pocos citan cuando se les pregunta, en el caso de Cervantes, sus Novelas ejemplares, no sé si porque son cortas o por qué tipo de razones, cuando personalmente siempre he creído que no es una obra menor y es lo mejor que escribió nuestro ilustre novelista desde varios puntos de vista. Es una opinión muy personal. Trataremos de explicar ‘nuestras’ razones.
Es en primer lugar una obra de un autor maduro. Se publicaron en el año 1613 (fueron escritas antes, en diferentes fechas) cuando Cervantes contaba 66 años de edad, a tres de su muerte. Recordemos que la primera parte de El Quijote fue publicada en 1605 y comenzada a escribir muchos años atrás.
En la aprobación de los 71,5 pliegos presentados por Cervantes ante el escribano de Cámara del Rey para el pago de las tasas correspondientes se destacan, en el apartado de ‘Aprobación’, por comisión del señor Vicario General Gutierre de Cetina, su ejemplaridad y honestidad, pero pretendo referirme lógicamente a otros valores más literarios e importantes: argumento y estilo.
A título de curiosidad en la ‘aprobación’ se señala: ‘…he visto y leído las doce Novelas ejemplares, compuestas por Miguel de Cervantes Saavedra; y, supuesto que es sentencia llana del angélico doctor Santo Tomás que la eutropelia es virtud, la que consiste en un entretenimiento honesto, juzgo que la verdadera eutropelia está en estas novelas, porque entretienen con su novedad, enseñan con sus ejemplos a huir vicios y seguir virtudes, y el autor cumple con su intento, con que da honra a nuestra lengua castellana, y avisa a las repúblicas de los daños que de algunos vicios se siguen, con otras muchas comodidades;…’.
Es de destacar que las Novelas ejemplares tuvieron en España durante en el siglo XVII mayor aceptación que El Quijote, que es la mejor opinión que puede darse de un libro, la del lector. Así que no entremos en otras opiniones como las de Unamuno, Próspero Mérimée, y otros, que ‘quijotizan’ en exceso a mi modo de ver.
Sabemos con certeza que antes de finalizar el siglo XVI ya estaban escritas las principales obras cortas cervantinas (junto con El Quijote en su primera redacción), o sea, antes de fin de ese siglo ya había llegado el arte de Cervantes a su máxima perfección, pero mantenía inédita su obra por razones desconocidas y sorprendentes, lo cual trae a nuestra memoria un caso similar que se repetiría muchos años después: Franz Kafka.
Hay críticos y autores que estiman que las novelas cortas de Cervantes son el arte de la concentración y de la sugestión, que las distingue y las separa de las italianas, de las del Renacimiento, y que no es sólo su extensión, su honestidad literaria y cierta gravedad en sí, sino que además se constituyen en un anticipo de la novela moderna.
La novela del Renacimiento llamaba la atención del lector por sus aventuras de naufragios, combates, adulterios, niños expósitos,… La novela corta cervantina cambia la clave y esta clave se aprecia ya en la tensión brusca, misteriosa y dramática con que comienza, por ejemplo, La fuerza de la sangre. Y así nacen temas insólitos, interesantes, hechos verídicos, reales, cercanos, contemporáneos,…
Se dice a este respecto en El coloquio de los perros: ‘Berganza: Y quiérote advertir una cosa, de la cual verás la experiencia cuando te cuente los sucesos de mi vida, y es que los cuentos unos encierran y tienen la gracia en ellos mismos, otros en el modo de contarlos’. ¿No está poniendo aquí el autor en boca de uno de los personajes dos elementos fundamentales de la novela moderna, la acción —el argumento— y el estilo? Cualquier suceso, ya sea importante o trivial puede considerarse como argumento novelesco. Y lo excepcional y lo atrayente puede ser el estilo.
Resumiendo, Cervantes en sus novelas cortas, en sus Novelas ejemplares libera a la novela de cadenas, el argumento no tiene ya que ser excepcional y sorprendente, basta con que esté bien narrado. Otra liberación de la novela cervantina es el corsé del tema que ahora puede ser cualquiera escrito con un estilo personal, dejando plena autonomía al novelista en este sentido.
Argumentos y la manera de narrarlos, he aquí la herencia de Cervantes en la novela corta. Está hablando de argumento y estilo y sentando las bases de lo que muchos siglos después sería una moda al hablarse de realismo, de realismo mágico y realismo fantástico, que han venido a distinguirse en el siglo XX por ser movimientos autóctonos que tratan en sus obras sobre temas contaminados por su propio y específico pasado cultural, argumentos extraídos de la propia realidad de sus pueblos (García Márquez, Rulfo, Carpentier,…). De esta manera llegamos a donde queríamos: argumento o tema (trama muy local, real, de la propia vida del lugar) y estilo (forma de narrar).
Estimo que era de justicia rendir este pequeño homenaje a Cervantes en mes tan señalado, por su obra no más conocida, pero para mí sí la mejor escrita, que ha supuesto en definitiva la raíz de la novela moderna.
Recordemos que las Novelas ejemplares contienen las doce novelas cortas siguientes: La gitanilla, El amante liberal, Rinconete y Cortadillo, La española inglesa, El licenciado Vidriera, La fuerza de la sangre, El celoso extremeño, La ilustre fregona, Las dos doncellas, La señora Cornelia, El casamiento engañoso, Coloquio entre Cipión y Berganza (El coloquio de los perros).
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5 commentaires:
Artículo sobre las "Novelas ejemplares" de Miguel de Cervantes en el mes que se conmemoran los 400 años de su publicación.
"El licenciado vidriera" es mi preferida. Su estructura se basa, en buena parte, en las vidas de filósofos de Diógenes Laercio.
He aprendido algo nuevo con su blog, muchas gracias. Me aclara muchos aspectos. Felicitaciones!.
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Gran blog y muy interesante!!!! He encontrado lo q buscabaaaa
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