Estoy a mitad de una novela de la que pronto haré un comentario literario en MIS LECTURAS: Nocilla Dream, de Agustín Fernández Mallo. Será en breve, pero no me resisto a dejar aquí unas reflexiones en torno a la afición de algunos a escribir directamente sobre una hoja de papel en blanco y el placer que tal práctica les produce, por un lado y, por otro, sobre la tecnología que nos invade y de la disfrutamos hoy.
Transcribo a continuación unas breves líneas del libro:
‘Año 2054. Mis nietos están explorando el desván de mi casa. Descubren una carta fechada en el 2004 y un CD-ROM. La carta dice que ese disco CD-ROM que tienen entre sus manos contiene un documento en el que se da la clave para heredar mi fortuna. Mis nietos tienen una viva curiosidad por leer el CD, pero jamás han visto uno salvo en las viejas películas. Aun cuando localizaran un lector de discos adecuado, ¿cómo lograrían hacer funcionar los programas necesarios para interpretación del disco?, ¿cómo podrían leer mi anticuado documento digital? Dentro de 50 años lo único directamente legible será la carta.
JEFF ROTHENBERG.’
Sí, es para pensar.
***
2 commentaires:
A mi me dejó una tremenda sensación de perplejidad, de inquietud. Muy parecida a la que sentí con algunos de los relatos de las Crónicas Marcianas de Bradbury.
Un saludín.
Por la forma en que está escrita, por fragmentos, me ha recordado 'Rayuela', de Cortázar, o 'Crónicas de motel', de Sam Shepard, que no es nueva en absoluto.
Ha querido ser un modo nuevo de contar historias, mezclando pequeñas historias de ficción con breves capítulos sobre ciencia en general, que también ha tenido antes practicantes. Léase: Asimov (ficción y divulgación científica), Heinlein (relatos con base científica), Clarke (divulgador científico), los tres escritores con formación científica, como Fernández Mallo.
Ya daré mi opinión definitiva al hacer el comentario completo una vez leida la novela.
Gracias por tus observaciones.
Saludos.
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