mercredi 14 novembre 2007

+ GRANDES ESPERANZAS

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Capítulo LIX


-Después de tantos años es realmente extraño, Estella, que volvamos a encontrarnos en el mismo lugar que nos vimos por vez primera. ¿Viene usted aquí a menudo?
-Desde entonces no había vuelto.
-Yo tampoco.
La luna empezó a levantarse, y me recordó aquella plácida mirada al techo blanco, que ya había pasado, y recordé también la presión en mi mano en cuanto yo hube pronunciado las últimas palabras que él oyó en este mundo.
Estella fue la primera en romper el silencio que reinaba entre nosotros.
-Muchas veces había esperado, proponiéndome volver, pero me lo impidieron numerosas circunstancias. ¡Pobre, pobre lugar éste!
La plateada niebla estaba ya iluminada por los primeros rayos de luz de la luna, que también alumbraban las lágrimas que derramaban sus ojos. Entonces, ignorando que yo las veía y ladeándose para ocultarlas, añadió:
-¿Se preguntaba usted, acaso, mientras paseaba por aquí, cómo ha llegado a transformarse este lugar?
-Sí, Estella.
-El terreno me pertenece. Es la única posesión que no he perdido. Todo lo demás me ha sido arrebatado poco a poco; pero pude conservar esto. Fue el objeto de la única resistencia resuelta que llegué a hacer en los miserables años pasados.
-¿Va a construirse algo aquí?
-Sí. Y he venido a darle mi despedida antes de que ocurra este cambio. Y usted añadió con voz tierna para una persona que, como yo, vivía errante, ¿vive usted todavía en el extranjero?
-Sí.
-¿Le va bien?
-Trabajo bastante, pero me gano la vida y, por consiguiente..., sí, sí, me va bien.
-Muchas veces he pensado en usted -dijo Estella.
-¿De veras?
-Últimamente con mucha frecuencia. Pasó un tiempo muy largo y muy desagradable, cuando quise alejar de mi memoria el recuerdo de lo que desdeñé cuando ignoraba su valor; pero, a partir del momento en que mi deber no fue incompatible con la admisión de este recuerdo, le he dado un lugar en mi corazón.
-Pues usted siempre ha ocupado un sitio en el mío -contesté.
Guardamos nuevamente silencio, hasta que ella habló, diciendo:
-Poco me figuraba que me despediría de usted al despedirme de este lugar. Me alegro mucho de que sea así.
-¿Se alegra de que nos despidamos de nuevo, Estella? Para mí, las despedidas son siempre penosas. Para mí, el recuerdo de nuestra última despedida ha sido siempre triste y doloroso.
-Usted me dijo -replicó Estella con mucha vehemencia: «¡Dios la bendiga y la perdone!» Y si entonces pudo decirme eso, ya no tendrá inconveniente en repetírmelo ahora, ahora que el sufrimiento ha sido más fuerte que todas las demás enseñanzas y me ha hecho comprender lo que era su corazón. He sufrido mucho; mas creo que, gracias a eso, soy mejor ahora de lo que era antes. Sea considerado y bueno conmigo, como lo fue en otro tiempo, y dígame que seguimos siendo amigos.
-Somos amigos -dije levantándome e inclinándome hacia ella cuando se levantaba a su vez.
-Y continuaremos siendo amigos, aunque vivamos lejos uno de otro -dijo Estella.
Yo le tomé la mano y salimos de aquel desolado lugar. Y así como las nieblas de la mañana se levantaron, tantos años atrás, cuando salí de la fragua, del mismo modo las nieblas de la tarde se levantaban ahora, y en la dilatada extensión de luz tranquila que me mostraron, ya no vi la sombra de una nueva separación entre Estella y yo.

(Grandes esperanzas, Charles Dickens, Editorial Juventud)

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Charles Dickens es tenido por un maestro del género narrativo, con un dominio sorprendente en la descripción de gentes y lugares, con retratos precisos de personajes de la clase baja inglesa del siglo XIX.
Una de las novelas escritas por entregas fue Grandes Esperanzas, cuyo final se ha transcrito más arriba, en que narra las vicisitudes vitales del niño huérfano de clase baja Philip Pirrip hasta su mayoría de edad. Es una de las mejores novelas de Dickens en mi opinión, cuya obra queda enmarcada dentro del movimiento realista inglés.

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¿Qué opinión os merece la prosa de Dickens?
¿Os gustó esta novela?
¿Qué obra de Dickens consideráis la mejor o más de vuestro gusto?
¿Cuáles habéis leído?

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1 commentaire:

leo a dit…

Pues mal que me pese, tengo que reconocer que Dickens es uno de mis grandes capítulos pendientes. Leí de niña varias versiones infantiles (Grandes esperanzas, Tiempos difíciles, Canción de navidad...) pero a sus "hermanos mayores" aún no me he acercado.
Pronto, sin duda.
Un abrazo.