Pío Baroja y Rubén Darío
***
Pretendo dejar aquí algunas anécdotas sueltas que recuerde de mis diferentes lecturas conforme me vaya acordando de ellas. Ahí va la primera:La familia Baroja era propietaria de una tahona, negocio en que ayudaba el escritor antes de dedicarse de lleno a la literatura, y que heredó a la muerte de sus progenitores. Él mismo decía que el tener una panadería sirvió, naturalmente, como argumento literario en su contra. Se hicieron todos los chistes fáciles que se pueden hacer contra uno -añadía.
La siguiente anécdota está contada por Baroja en sus Memorias (tituladas Desde la última vuelta del camino):
Hace más de cuarenta años cuando yo empezaba a escribir, dos periodistas, el uno Nilo Fabra, y el otro no recuerdo quién era, me decían en un café de Madrid, sonriendo:
- ¿Sabe usted lo que dice Rubén Darío de usted?
- No. ¿Qué dice?
- Dice: Pío Baroja es un escritor de mucha miga. Ya se conoce que es panadero.
- ¡Bah! No me ofende nada. Yo diré de él: Rubén Darío es un escritor de buena pluma. Ya se conoce que es indio.
***
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire