Laguna Negra, Soria |
En uno de
esos artículos se citan obras de autores que escribieron sobre el odio y se
recuerdan poemas y novelas de
Antonio Machado. La tierra de Alvargonzález, cuento-leyenda incluido en ’Campos de Castilla’, en prosa y en
verso, este último dedicado a Juan Ramón Jiménez. La envidia hacia el hermano más querido y el odio
hacia el padre por su amor destacado hacia el menor de los hermanos fue el
motor que arrastró a los dos mayores a asesinar a su progenitor en Laguna
Negra. Estos versos pertenecen al cuento:
Alvargonzález levanta
en brazos al más pequeño
y en sus rodillas lo sienta:
Tus manos hacen el fuego;
aunque el último naciste
tú eres en mi amor primero.
Los dos mayores se alejan
por los rincones del sueño.
Entre los dos fugitivos
reluce un hacha de hierro.
Gabriel
García Márquez. El
odio es el que conduce a los dos hermanos Vicario, gemelos, a asesinar a
Santiago Nasar para vengar la deshonra infligida por éste tiempo atrás a
Ángela, hermana de aquéllos, casada el día anterior al asesinato y rechazada
por su marido, en Crónica de una muerte anunciada. Es una muerte que
todo el mundo conoce, que los asesinos hacen lo posible por evitar a toda
costa, pero que fatalmente ocurre.
Es una de las obras más conocidas y apreciadas
de García Márquez, escrita con una prosa escueta, precisa y pegada al terreno
para envolver de credibilidad lo exageradamente increíble.
En cierta ocasión le preguntaron a García
Márquez si no escribiría nunca una novela policíaca y contestó: Ya la he
escrito. Se refería a esta novela, que es, además, que yo conozca, la única
novela ‘policíaca’ en que se sabe perfectamente desde el principio quién va a
morir y quiénes serán los asesinos. Y todos lo saben de antemano, incluida la
víctima y el pueblo entero.
Ya en artículos anteriores en Narrador.es se ha
hablado extensamente de García Márquez, por lo que nos ahorramos cualquier
comentario adicional sobre su persona y su obra.
Miguel de Unamuno. Abel
Sánchez, del ilustre novelista
y filósofo Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864-1936), es la reinterpretación
del mito Caín-Abel. Los protagonistas de la historia, Joaquín y Abel, amigos,
contada por el primero, representan respectivamente al personaje rechazado por
la sociedad (Joaquín) y al triunfador admirado por todos (Abel). La envidia y
el odio se ven acentuados tras la boda de Abel y Helena, de quien está
enamorado Joaquín. Éste no podrá vencer esa pasión destructora, a pesar de su
boda con Antonia y su carrera de médico, que terminará con la desaparición de
Abel en primer lugar y de Joaquín al final de la obra. Tiene la trama de la
novela un significado simbólico. Así, Joaquín queda vivamente impresionado por
la representación teatral del Caín, de lord Byron, y Abel se
inspirará en la misma leyenda para uno de sus cuadros. La vida, el pensamiento
y la obra de Unamuno merecen un tratamiento aparte mucho más extenso que el
espacio de un artículo compartido con otros autores. En un futuro quizás lo
acometamos. En la última etapa de su vida fue un hombre atormentado y solitario.
Manuel Rivas. ‘¿Qué
hay, Gorrión? Espero que este año podamos ver la lengua de las mariposas.’
Así comienza el cuento La lengua de las
mariposas, de Manuel Rivas (La Coruña, 1957), del libro ¿Qué me
quieres, amor? Manuel Rivas es poeta, narrador y periodista, y la mayor
parte de su obra está escrita originalmente en gallego. Escribe también
artículos y reportajes periodísticos. Ha cultivado con éxito el cuento, el
relato y la novela. Es Premio de la Crítica española 1990 y 1999 y Premio
Nacional de Narrativa 1996.
La lengua de las mariposas es una historia que anticipa, sin entrar en
ella, la tragedia de horror y odio, la sinrazón del vendaval de locura que
zarandeó a España en 1936, sumergiéndola en una atroz guerra civil. Es un
cuento delicioso con desarrollo en un ambiente rural, con un espléndido retrato
del maestro del pueblo y la ternura de los niños que asisten a la escuela
ajenos a lo que se avecina,… Fue llevada al cine con el mismo título. La
película está dirigida por José Luis Cuerda e interpretada magistralmente en el
papel del maestro por el simpar Fernando Fernán Gómez.
Lord Byron. El odio en muchas ocasiones nace de la envidia.
El odio es el protagonista de la historia bíblica entre dos hermanos, Caín y
Abel, de todos conocida, que se ha reflejado numerosas veces en leyendas de
variadas culturas y épocas, teniendo su posterior reflejo en la literatura de
variados países. Caín, de lord Byron, es un ejemplo de ello. En
España también hemos tenido algún caso; Gabriel García Márquez y si no se me hubiese
exigido la brevedad de un folio habría añadido sentimientos y emociones que
sentí al leer otras muchas obras de la literatura universal.
Repasando
el artículo después de algunos años, he querido añadir a algunos autores
reconocidos que escribieron sobre el odio en su obra o que lo vivieron en sus
carnes.
Fiodor
Dostoievski, autor de la novela Los hermanos Karamazov, cuyo argumento superficial es la historia
de un parricidio resultado de un odio profundo, compartido en distintos niveles
por los hermanos de esta familia rusa, por lo que podría hablarse de gradaciones en el odio. Es una de las obras más reconocidas de
la literatura rusa.
Herman Melville, con su éxitosa novela Moby Dick, en que se narra el descomunal e irracional odio hacia un animal marino, que arrastra a un puñado de hombres a la muerte guiados por un tal capitán Ahab, como se sabe.
Víctor
Hugo, autor de Los Miserables, una de las más importantes obras de la literatura
de todos los tiempos, en que Jean Valjean, joven condenado a prisión durante 19
años por robar un pan por encontrarse hambriento, asiste al nacimiento en su
alma del odio más radical. Recibió un castigo desproporcionado a su 'delito'.
Federico García Lorca, con su obra dramática Bodas de sangre, de la que se pueden extraer pasajes de ese maldito sentimiento del odio.
Arthur
Rimbaud y Paul Verlain, poetas, que tuvieron una hermosa amistad que
desembocó en relación homosexual y pasó con el tiempo a un odio fatal al punto
de darse un intento de asesinato a Rimbaud por parte de Verlaine. No he
resistido a la tentación de incluir algún poema de ambos. Helos aquí:
¡La hemos vuelto a hallar!
¡La hemos vuelto a hallar!
¿Qué?, la Eternidad.
Es la mar mezclada
con el sol.
Alma mía eterna,
cumple tu promesa
pese a la noche solitaria
y al día en fuego.
Pues tú te desprendes
de los asuntos humanos,
¡De los simples impulsos!
Vuelas según..
Nunca la esperanza,
no hay oriente.
Ciencia y paciencia.
El suplicio es seguro.
Ya no hay mañana,
brasas de satén,
vuestro ardor
es el deber.
¡La hemos vuelto a hallar!
-¿Qué?- -La Eternidad.
Es la mar mezclada
con el sol.
¿Qué?, la Eternidad.
Es la mar mezclada
con el sol.
Alma mía eterna,
cumple tu promesa
pese a la noche solitaria
y al día en fuego.
Pues tú te desprendes
de los asuntos humanos,
¡De los simples impulsos!
Vuelas según..
Nunca la esperanza,
no hay oriente.
Ciencia y paciencia.
El suplicio es seguro.
Ya no hay mañana,
brasas de satén,
vuestro ardor
es el deber.
¡La hemos vuelto a hallar!
-¿Qué?- -La Eternidad.
Es la mar mezclada
con el sol.
(Arthur
Rimbaud)
Mi sueño
Sueño a menudo el sueño sencillo y penetrante
de una mujer ignota que adoro y que me adora,
que, siendo igual, es siempre distinta a cada hora
y que las huellas sigue de mi existencia errante.
Se vuelve transparente mi corazón
sangrante
para ella, que comprende lo que mi mente añora;
ella me enjuga el llanto del alma cuando llora
y lo perdona todo con su sonrisa amante.
para ella, que comprende lo que mi mente añora;
ella me enjuga el llanto del alma cuando llora
y lo perdona todo con su sonrisa amante.
¿Es morena ardorosa? ¿Frágil rubia?
Lo ignoro.
¿Su nombre? Lo imagino por lo blando y sonoro,
el de virgen de aquellas que adorando murieron.
¿Su nombre? Lo imagino por lo blando y sonoro,
el de virgen de aquellas que adorando murieron.
Como el de las estatuas es su mirar
de suave
y tienen los acordes de su voz, lenta y grave,
un eco de las voces queridas que se fueron...
y tienen los acordes de su voz, lenta y grave,
un eco de las voces queridas que se fueron...
(Paul
Verlain)
Graham Green, con ‘El fin del romance’, cuyo argumento considero una variante del odio. La novela ha sido llevada al cine con el título ‘The end of the affair’ (1999).
Jorge
Luis Borges, con el cuento ‘Emma Zunz’, en que se relata el plan urdido por una muchacha de
vida más bien solitaria para dar muerte a un empresario con el que trabajó su
padre, culpable según éste del desfalco que le llevó a prisión en Brasil y a su
muerte en dicha cárcel, circunstancia que conoce la hija por una carta que
recibe.
Julio
Cortázar, con su irónico y humorístico poema ‘Manual para salvar el odio’. Como se sabe, Cortázar escribió manuales de diverso orden, aparte
sus obras importantes.
William Shakespeare. Es bien conocido el odio enorme del que sacó
partido en su drama ‘Romeo y Julieta’
mostrándonos hasta qué extremo llegaba el que se profesaban Capuletos y
Montescos, origen y raíz del final dramático de su obra. En su drama Otelo
también se pueden detectar rastros de odio.
Ya lo
dijo WILLIAM FAULKNER en la recogida
del Premio Nobel de Literatura en 1950 al afirmar que ‘nuestra tragedia hoy es un miedo físico general y universal tan
largamente padecido, que a duras penas lo podemos soportar.’ Y añadió: ‘ya no quedan problemas del espíritu, tan sólo una pregunta, ¿cuándo
seremos aniquilados?’.
Acabábamos
de sufrir una guerra devastadora a nivel planetario. Terminó señalando que el
escritor y el poeta deben volver a aprender a escribir sobre las verdades y
certezas del corazón, de las verdades
universales: el amor, el honor, la piedad, el orgullo, la compasión, el sacrificio,
etc.
Como se adivina
a través de este trabajo, muchas de las obras de éxito de grandes autores
literarios han girado siempre sobre temas que han afectado al espíritu del
hombre: amor, envidia, sacrificio, celos, odio, venganza, etc.
El odio ha jugado un papel protagonista a
lo largo de los siglos en la literatura universal.
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