Bajo este espacio se pretende ir introduciendo nuestra opinión como lector de libros recién leídos. La búsqueda de la excelencia literaria y la diversidad de autores serán los elementos que se manejarán a la hora de la elección de las obras. Esperemos acertar. Iniciaremos los comentarios a partir de la lista de autores que se da más abajo, cuyas obras están ya en nuestro poder.
ACABO DE LEER:
El último lector, de Ricardo Piglia, escritor argentino, que ha vivido en España.
Es un libro interesante y ameno, escrito por una mano maestra, una especie de experimento de laboratorio sobre las lecturas, muy del gusto en mi opinión del lector amante de los libros en general. Todo un itinerario por la lectura y relectura de libros, con sus diversas y posibles nuevas interpretaciones y la presencia de los libros en otros libros, con el paso fugaz en unos casos y reposado en otros por El Quijote, Kafka, Tolstoi, Flaubert, Raymond Chandler, Borges -el lector ciego-, 'Che' Guevara y algunos escritores argentinos poco conocidos en España quizás que nos presenta este autor y por los cuales se ha despertado mi curiosidad lectora.
La amplia experiencia como lector de este escritor está latente en la obra. Y en muchos pasajes me he visto retratado también como lector.
***
Relato de un náufrago, de Gabriel García Márquez, libro del que hablo en LITERATURA Y PERIODISMO.
La publicación del relato en el diario El Espectador, de Bogotá, tras una serie de entrevistas al héroe solitario de la Marina colombiana, un joven de veinte años, que pasó diez días a bordo de una balsa a la deriva, sin comer ni beber, realizadas por el entonces reportero colombiano García Márquez, menor de treinta años, supuso el cierre del periódico por la dictadura militar imperante a la sazón en Colombia y el inicio en París del exilio errante y nostálgico de García Márquez (que tanto se parece a una balsa a la deriva, añadiría el maestro colombiano en el prólogo del libro que titula La historia de esta historia), del que nadie podía imaginar que diez años más tarde se convertiría en un escritor de renombre universal.
Quince años después de aquellos episodios se publica la novela (1970), de la que García Márquez dice en el momento de su publicación en el prólogo citado: Me deprime la idea de que a los editores no les interese tanto el mérito del texto como el nombre con que está firmado, que muy a mi pesar es el mismo de un escritor de moda.
El relato está escrito con una prosa sencilla, dinámica, relatado en primera persona por el protagonista de los hechos. No decae el interés por la lectura en ningún pasaje de la historia. Se aprecia en el relato el trabajo de un periodista, de un reportero.
Es natural que nadie que hubiese leído el relato por episodios publicados en El Espectador en su día pudiera haber intuido la mano del que en años venideros sería Premio Nobel de Literatura y uno de los creadores del realismo mágico.
***
TENGO POR LEER:
La tempestad, de Juan Manuel de Prada.
Una vez Argentina, de Andrés Neuman.
Mercado de espejismos, de Felipe Benítez Reyes.
La muerte blanca, de Eugenia Rico.
Las encantadas, de Herman Melville.
Las virtudes del pájaro solitario, de Juan Goytisolo.
Pasiones romanas, de María de la Pau Janer.
En tiempo de prodigios, de Marta Rivera de la Cruz.
En esta lista de autores hay cinco que no andan lejos, por arriba o por abajo, de la treintena de años de edad. Y de los ocho, seis son españoles y uno argentino. Y casualmente, de los españoles, hay una gallega, una asturiana, una mallorquina, un vasco, un andaluz y un catalán. En la compra de estas obras se ha pretendido encontrar la excelencia literaria y se ha buscado la diversidad de autores. El único dato adicional que sí ha influido en la selección ha sido el de la edad. Hay excelentes jóvenes narradores.
Hablamos pues de lectura selectiva. Hay tres mujeres y habrá más autoras ciertamente. Y a ser posible, españolas.
Ya os contaré conforme vaya terminando mis lecturas.
***
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire